VIACRUCIS SEGÚN EL EVANGELIO DE SAN LUCAS

 

El hombre ante Dios en oración – Jesús el Rey en Oración

En Jesús vemos al hombre ante Dios, al hombre salvado, reunificado por el espíritu, viviendo del amor del Padre. Más que los otros evangelistas, Lucas nos centra en la persona de Jesús que vive en plenitud lo que anuncia. 

Se abandona por completo en manos del Padre: su primera y su última palabra se refieren al Padre: 

• En el templo cuando lo hallaron después de tres días de buscarle, El responde: “«¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?». (Lc 2,49). 

• Así también su última palabra fue para Diosñ “Jesús, con un grito, exclamó: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu». Y diciendo esto, expiró”. (Lc 23,46). 

Jesús vive en la presencia de Dios; sus noches de oración son una señal de ello (5, 16; 6, 12; 9, 28). Por otra parte, es en la oración donde recibe sus grandes revelaciones: bautismo y transfiguración. Y como lo ven rezar, por eso sus discípulos le piden que los introduzca en esa relación con Dios (11, 1). 

Oración: Oh Jesús mio, 

 que también nosotros vivamos 

cada día en compañía de Dios Padre: 

al despertar, al trabajar, al ir y al venir, 

al dormir, al compartir, 

en fin, en todo momento.

Otro aspecto del Evangelio de Lucas es que insiste también en que la pasión nos afecta a nosotros (23, 26-31. 40-43), a todos nosotros.  Vemos como Simón toma la cruz detrás de Jesús (23, 26), en conformidad con lo que había dicho Jesús (9, 23; 14, 27). Así, pues, su relato es el primer víacrucis que se propone a los fieles.

Aceptemos la invitación de Lucas y a medida que vamos meditanto las lecturas de su Evangelio, vamos sintiendo cada estación del VIACRUCIS como algo nuestro. Es una hermosa oportunidad para orar, tanto en Cuaresma, como en cualquier otro momento del año.

Textos tomados de: 

Iniciación a la Biblia 3

8 temas en fichas de trabajo

para estudiar el Nuevo Testamento (2)

Verbo Divino