"Toda Escritura ha sido inspirada por Dios, y es útil para enseñar, para persuadir, para reprender, para educar en la rectitud" (2 Tim 3,16)
Calendario Litúrgico
Jesucristo, Rey del Universo
Bendito sea Dios,
que nos alienta
en nuestras luchas.
domingo, 19 de mayo de 2013
Pentecostés
Origen de la fiesta
Los judíos celebraban una fiesta para dar gracias por las cosechas, 50 días después de la pascua. De ahí viene el nombre de Pentecostés.
Luego, el sentido de la celebración cambió por el dar gracias por la Ley entregada a Moisés.
En esta fiesta recordaban el día en que Moisés subió al Monte Sinaí y recibió las tablas de la Ley y le enseñó al pueblo de Israel lo que Dios
quería de ellos.
Celebraban así, la alianza del Antiguo Testamento que el pueblo estableció con Dios: ellos se comprometieron a vivir según sus mandamientos y Dios se comprometió a estar con ellos siempre.
La gente venía de muchos lugares al Templo de Jerusalén, a celebrar la fiesta de Pentecostés.
En el marco de esta fiesta judía es donde surge nuestra fiesta cristiana de Pentecostés.
La Promesa del Espíritu Santo
Durante la Última Cena, Jesús les promete a sus apóstoles: “Mi Padre os dará otro Abogado, que
estará con vosotros para siempre: el espíritu de Verdad” (San Juan 14, 16-17).
Más adelante les dice: “Les he dicho estas cosas mientras estoy con ustedes; pero el Abogado, El
Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ése les enseñará todo y traerá a la memoria
todo lo que yo les he dicho.” (San Juan 14, 25-26).
Al terminar la cena, les vuelve a hacer la misma promesa: “Les conviene que yo me vaya, pues
al irme vendrá el Abogado,... muchas cosas tengo todavía que decirles, pero no se las diré
ahora. Cuando venga Aquél, el Espíritu de Verdad, os guiará hasta la verdad completa,... y os
comunicará las cosas que están por venir” (San Juan 16, 7-14).
En el calendario del Año Litúrgico, después de la fiesta de la Ascensión, a los cincuenta días de
la Resurrección de Jesús, celebramos la fiesta de Pentecostés.
Explicación de la fiesta:
Después de la Ascensión de Jesús, se encontraban reunidos los apóstoles con la Madre de Jesús.
Era el día de la fiesta de Pentecostés. Tenían miedo de salir a predicar. Repentinamente, se escuchó un fuerte viento y pequeñas lenguas de fuego se posaron sobre cada uno de ellos.
Quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas desconocidas.
En esos días, había muchos extranjeros y visitantes en Jerusalén, que venían de todas partes del mundo a celebrar la fiesta de Pentecostés judía. Cada uno oía hablar a los apóstoles en su propio idioma y entendían a la perfección lo que ellos hablaban.
Todos ellos, desde ese día, ya no tuvieron miedo y salieron a predicar a todo el mundo las enseñanzas de Jesús. El Espíritu Santo les dio fuerzas para la gran misión que tenían que cumplir: Llevar la palabra de Jesús a todas las naciones, y bautizar a todos los hombres en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.Es este día cuando comenzó a existir la Iglesia como tal.
¿Quién es el Espírtu Santo?
El Espíritu Santo es Dios, es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. La Iglesia nos enseña
que el Espíritu Santo es el amor que existe entre el Padre y el Hijo. Este amor es tan grande y tan perfecto que forma una tercera persona. El Espíritu Santo llena nuestras almas en el
Bautismo y después, de manera perfecta, en la Confirmación. Con el amor divino de Dios dentro de nosotros, somos capaces de amar a Dios y al prójimo. El Espíritu Santo nos ayuda a cumplir nuestro compromiso de vida con Jesús.
Nombres del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo ha recibido varios nombres a lo largo del nuevo Testamento: el Espíritu de
verdad, el Abogado, el Paráclito, el Consolador, el Santificador.
Los siete dones del Espíritu Santo:
Estos dones son regalos de Dios y sólo con nuestro esfuerzo no podemos hacer que crezcan o se
desarrollen. Necesitan de la acción directa del Espíritu Santo para poder actuar con ellos.
SABIDURÍA: Nos permite entender, experimentar y saborear las cosas divinas, para poder
juzgarlas rectamente.
ENTENDIMIENTO: Por él, nuestra inteligencia se hace apta para entender intuitivamente las
verdades reveladas y las naturales de acuerdo al fin sobrenatural que tienen. Nos ayuda a
entender el por qué de las cosas que nos manda Dios.
CIENCIA: Hace capaz a nuestra inteligencia de juzgar rectamente las cosas creadas de acuerdo
con su fin sobrenatural. Nos ayuda a pensar bien y a entender con fe las cosas del mundo.
CONSEJO: Permite que el alma intuya rectamente lo que debe de hacer en una circunstancia
determinada. Nos ayuda a ser buenos consejeros de los demás, guiándolos por el camino del
bien.
FORTALEZA: Fortalece al alma para practicar toda clase de virtudes heroicas con invencible
confianza en superar los mayores peligros o dificultades que puedan surgir. Nos ayuda a no caer
en las tentaciones que nos ponga el demonio.
PIEDAD: Es un regalo que le da Dios al alma para ayudarle a amar a Dios como Padre y a los
hombres como hermanos, ayudándolos y respetándolos.
TEMOR DE DIOS: Le da al alma la docilidad para apartarse del pecado por temor a disgustar a
Dios que es su supremo bien. Nos ayuda a respetar a Dios, a darle su lugar como la persona más
importante y buena del mundo, a nunca decir nada contra Él.
Oración al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor;
envía Señor tu Espíritu Creador y se renovará la faz de la tierra.
OH Dios, que quisiste ilustrar los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo,
concédenos que, guiados por este mismo Espíritu, obremos rectamente y gocemos de tu
consuelo.
Por Jesucristo, nuestro Señor
Artículo publicado originalmente por la Arquidiócesis de Mérida, para ver el artículo completo acude al siguiente link: http://www.arquidiocesisdemerida.org.ve/default.asp
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Maravilloso! Completo y facil de entender. Mil gracias por compartirlo.(Maria de Jesus Claridge)
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