Jesucristo, Rey del Universo

Bendito sea Dios,
que nos alienta
en nuestras luchas.

jueves, 16 de febrero de 2023

Cuaresma y Semana Santa 2023

 



San JUAN PABLO II, AUDIENCIA GENERAL. Miércoles 8 de junio de 1988

 

«Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas» (Mt 11, 29). La mansedumbre y humildad de Jesús llegan a ser atractivas para quien es llamado a acceder a su escuela: «Aprended de mí». Jesús es «el testigo fiel» del amor que Dios nutre para con el hombre. En su testimonio están asociados la verdad divina y el amor divino. 

Por eso entre la palabra y la acción, entre lo que Él hace y lo que Él enseña hay una profunda cohesión, se diría que casi una homogeneidad. Jesús no sólo enseña el amor como el mandamiento supremo, sino que Él mismo lo cumple del modo más perfecto. No sólo proclama las bienaventuranzas en el sermón de la montaña, sino que ofrece en Sí mismo la encarnación de este sermón durante toda su vida. No sólo plantea la exigencia de amar a los enemigos, sino que Él mismo la cumple, sobre todo en el momento de la crucifixión: «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen» (Lc 23, 34).

Pero esta «mansedumbre y humildad de corazón» en modo alguno significa debilidad. Al contrario, Jesús es exigente. Su Evangelio es exigente. ¿No ha sido Él quien ha advertido: «El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí? Y poco después: «El que encuentre su vida la perderá y el que pierda su vida por mí la encontrará» (Mt 10, 38-39). Es una especie de radicalismo no sólo en el lenguaje evangélico, sino en las exigencias reales del seguimiento de Cristo.

 *********************    **********************    ****************************

Tratemos de aprender en este tiempo de Cuaresma 2023 a ser un poco más humildes y mansos como Jesús …. Y como nos dice el Papa Juan Pablo II no desde un nivel de debilidad o de mártires, sino desde la exigencia del Evangelio: ama a tu enemigo, pon la otra mejilla, si te pide el manto entrégaselo, si te pide le acompañes una milla acompáñale dos.

Es que ser humilde y manso requiere irónicamente mucho valor. Se necesita más valor para corregir a un amigo que dejarle en su error, se requiere más valor para perdonar que para vengarse.

En la próxima entrega te compartiré una oración muy bonita al Cristo de la Paciencia que tiene mucho que ver con este tema de la humildad…. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario