Jesucristo, Rey del Universo

Bendito sea Dios,
que nos alienta
en nuestras luchas.

domingo, 13 de octubre de 2013

OCTUBRE: MES DEL SANTO ROSARIO



El mes de octubre, y especialmente el día 7, está dedicado a la Virgen Maria, en su advocación de nuestra Señora del Rosario. La Iglesia nos invita a unirnos a nuestra Virgen María en la oración, a pedirle su auxilio y su intercesión por nuestras necesidades y las de todo el mundo. Especilamente oremos por nosotros, nuestros seres queridos y por todos aquellos que sufren: los enfermos, los que están solos, los que se encuentran privados de libertad, los que viven en guerra, los que no conocen a Cristo, los que dirigen los destinos de las naciones para que sean justos y honestos, por la paz, por la conversión de los pecadores y por todos aquellos que ya han partido de este mundo, para que el Señor los reciba en su presencia.
Nuestras necesidades espirituales también son motivo de oración con el Santo Rosario, pidamos a la Virgen que nos haga como ella: humilde, prudente, llena de caridad, valiente, llena de fe y amor a las escrituras, evangelizadora, y por sobre todo amor inmenso a nuestro Señor Jesucristo.


Que nuestro rezo del Rosario sea verdadera oración, que sea como nos recomendaba nuestro Papa Emerito Benedicto XVI:

"El Rosario cuando no es mecánica repetición de formas tradicionales, es una meditación bíblica que nos hace recorrer los acontecimientos de la vida del Señor en compañía de la Santísima Virgen María, conservándolos como Ella, en nuestro corazón." 

Hagamos el Rosario con fe y sin prisas, aprovechemos cada misterio para meditar, tal como nos dice Benedicto XVI cada hecho de la vida de Jesús, pues El siempre nos dice algo nuevo, nos interpela, nos consuela. No es casualidad que los misterios del Rosario estén divididos en Gozosos, Dolorosos, Gloriosos y los últimos instituidos por el Papa Juan Pablo II, los Luminosos. Cada grupo nos ofrece diferentes momentos de la vida de Jesús pero en todos ellos se percibe primero que nada el amor y la entrega del maestro, del pastor que da la vida por sus ovejas.


Déjate envolver por cada misterio y piensa cómo llevarlos a tu día a día, practicando poco a poco esa virtud que mas te ha inspirado la oración. A veces serán cosas sencillas como dedicar unos minutos a escuchar al otro o compartir un poco de tu tiempo haciendo un favor o regalando una sonrisa. 

Otras, el Señor nos inspira con el ejemplo de su vida a cambiar también poco a poco actitudes o defectos que hemos reconocido en nosotros: egoísmo, mezquindad, intolerancia, chismes, etc. 

Así el Santo Rosario será una bella oración porque además de unir nuestras voces a la Santísima Virgen nos permitirá realizar una oración humilde, perseverante y sobre todo agradecida. No olvidemos al rezar el Rosario dar gracias a Dios por todas las bendiciones que diariamente derrama sobre nosotros y nuestros seres queridos, por nuestros hermanos, por la Iglesia, por nuestros sacerdotes, por la creación y por todas a aquellas cosas que nos rodean, incluso también por aquellos momentos duros y pruebas difíciles que nos toca vivir y que sólo la cercanía del Señor nos permite llevar adelante con fe y caridad.

Si quieres conocer más sobre la historia de esta devoción tan hermosa te invito a visitar la página de internet de Catholic.net: http://es.catholic.net/celebraciones/120/302/articulo.php?id=1268 donde encontrarás el origen y la importancia del Rosario así como también cómo debemos rezarlo: 

Cómo rezar el Rosario


  1. Como se trata de una oración, lo primero que hay que hacer es saludar, persignarnos y ponernos en presencia de Dios y de la Santísima Virgen. Muchas personas suelen rezar en este momento un acto de contricción y/o el Credo.
  2. Luego, se enuncia el primer misterio del día, se puede leer una parte del Evangelio que nos hable acerca del misterio que estamos rezando y comenzamos nuestra meditación.
  3. Cada misterio consta de un Padrenuestro seguido de diez Avemarías. Usamos nuestro rosario pasando una cuenta en cada Avemaría hasta llegar a la décima. En la cuenta separadora rezamos el Gloria y cualquier otra oración corta que deseemos. Así seguimos hasta terminar con los cinco misterios.


Al terminar de rezar los cinco misterios, se reza la Salve y se termina con las Letanías y oraciones de cierre. Encuéntralas en este enlace: http://www.vatican.va/special/rosary/documents/litanie-lauretane_sp.html


Cómo rezar el Rosario: Tarjeta para imprimir

Imprime esta tarjeta por ambas caras y así tendrás siempre a mano un resumen de cómo rezar el Rosario y los misterios de cada día con la referencia a la cita bíblica correspondiente. Imprímela para ti y también para obsequiar, así llevaremos esta poderosa devoción a muchos lugares.







No hay comentarios:

Publicar un comentario