Jesucristo, Rey del Universo

Bendito sea Dios,
que nos alienta
en nuestras luchas.

viernes, 24 de mayo de 2013

Huellas de María en el Evangelio - II



Esta es la segunda de tres entradas sobre las actitudes de nuestra querida Virgen María, Madre de Dios y madre nuestra, y se centra especialmente en su forma de pensar, sentir y actuar en los evangelios. Es de todos conocido que la Virgen María es ejemplo de amor y de fe, pero también demuestra muchas otras actitudes ejemplares a lo largo de su actuación en la vida de Jesús. Actitudes como fortaleza, bondad, compasión, prudencia, perseverancia, aceptación, etc. Sin embargo, aun cuando son actitudes claras, a veces se nos hace difícil o se nos pasan por alto dentro de la inmensidad de La Palabra. Es por esto que es hermoso ir  descubriéndolas poco a poco con la ayuda de alguna metodología. Alguna metodología como la que te sugiero acá, es algo parecido a la Lectio Divina, ante cada pasaje del Evangelio, vamos a reflexionar en cuanto a: ¿qué dice el texto? y ¿qué me dice a mí el texto?:



Continuaremos entonces nuestro viaje por las páginas del Evangelio con los pasos de María en la infancia de Jesús, utilizaremos para esto el Evangelio de Lucas, mirando con detenimiento y curiosidad cada uno de estos dos pasajes:


4.-  Purificación y Presentación de Jesús en el templo. Lc. 2, 22-39




Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor » y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. 

Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.» Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él.  Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción - ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»  
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.


Actitudes de María: María conoce las Escrituras y cumple con sus preceptos, es por esto que a los 8 días lleva a Jesús para su presentación en el templo.Admiración, esto es lo siente María cuando escucha  lo que de su hijo se dice. Y finalmente ante la profecía del dolor y tristeza que le esperan, demuestra nuevamente su fe; aunque no entiende de que se trata esta profecía, sabe aceptar la voluntad de Dios y con paciencia vuelve a su hogar. Actitudes: Conoce las Escrituras y cumple con los preceptos, Escucha a los demás, Asombro, Aceptación de la voluntad de Dios, Fe y Paciencia.



5.-  Pérdida de Jesús. Lc. 2, 41-52




Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo su padres.
Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.
Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando.» El les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»  Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio. Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.
Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y
ante los hombres.


Actitudes de María: Nuevamente encontramos a María cumpliendo la Ley, en esta ocasión visita a Jerusalén para la fiesta de Pascua judía.Fiesta a la que acudían multitud de personas, lo que nos da una ligera idea de la preocupación que debió sentir la Virgen cuando se dió cuenta que Jesús no iba en la caravana. La Virgen no se queda cruzada de brazos, sino que lo busca afanosamente durante tres días hasta hallarlo. Como cualquier madre preocupada, le pide una explicación de su actitud, pero no con desesperación sino con cariño y respeto. La respuesta de Jesús le deja aún mas preocupada quizás, sin embargo dice el texto que aún cuando la Virgen no comprendió sus palabras, las conservaba en su corazón. Esto pareciera indicar que las guardaba para meditar y reflexionar sobre ellas.   Actitudes: Conoce las Escrituras y cumple con los preceptos, Hacer lo necesario, Asombro, Respeto, Afecto, Reflexión.



Reflexiones, metodología y pasajes bíblicos: extraídos de la Charla: Huellas de María en el Evangelio, preparada por Hna. Ma. Encarnación Ruiz,  de la Congregación de la Presentación de la Virgen María de Granada. Mérida, Mayo-2013.

Pasajes Biblícos tomados de: LA SANTA BIBLIA, (VERSIÓN BIBLIA DE JERUSALÉN, 1976)                                              




martes, 21 de mayo de 2013

Huellas de María en el Evangelio - I


Esta es la primera de tres entradas sobre las actitudes de nuestra querida Virgen María, Madre de Dios y madre nuestra, y se centra especialmente en su forma de pensar, sentir y actuar en los evangelios. Es de todos conocido que la Virgen María es ejemplo de amor y de fe, pero también demuestra muchas otras actitudes ejemplares a lo largo de su actuación en la vida de Jesús. Actitudes como fortaleza, bondad, compasión, prudencia, perseverancia, aceptación, etc. Sin embargo, aun cuando son actitudes claras, a veces se nos hace difícil o se nos pasan por alto dentro de la inmensidad de La Palabra. Es por esto que es hermoso ir  descubriéndolas poco a poco con la ayuda de alguna metodología. Alguna metodología como la que te sugiero acá, es algo parecido a la Lectio Divina, ante cada pasaje del Evangelio, vamos a reflexionar en cuanto a: ¿qué dice el texto? y ¿qué me dice a mí el texto?:



Iniciaremos entonces nuestro viaje por las páginas del Evangelio con los pasos de María en la infancia de Jesús, utilizaremos para esto el Evangelio de Lucas, mirando con detenimiento y curiosidad cada uno de estos tres pasajes:

1.-  La Anunciación a María. Lc. 1, 26-38


Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»  Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.» María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios.»  Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue.

Actitudes de María: Lo primero que podríamos ver es que María es una chica normal, para quién la presencia del Angel resultó perturbadora y que no sabía que pensar en el momento. Luego apreciamos como María escucha lo que el Angel tiene que decir y después de reflexionar pregunta e indaga. Una vez que entiende lo que el Señor pide, María acepta la voluntad del Señor, independientemente de los sacrificios y riesgos que esto podría significar para ella, poniendo incluso en peligro su vida. Actitudes: Escucha de la Palabra, Reflexión, Aceptación de la voluntad de Dios, Fe, Valor y Fortaleza.


2.-  María visita a su prima Isabel. Lc. 1, 39-56



En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la
región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de
gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo;  y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno;  y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?
44 Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo
el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!».
Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso
desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia como había anunciado a nuestros padres en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.» María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.

Actitudes de María: María escucha y cree las palabras del Angel, es por eso que decide ir a visitar a su prima, para ayudarle y servirle. Una actitud hermosa de María en este pasaje es también cuando expresa su fe, alabando al Señor y dándole gracias. Actitudes: Escucha de la Palabra, Conocimiento de las Escrituras, Fe, Fortaleza, Servicio, Caridad, Alegría, Alabanza y Gratitud.


3.-  Nacimiento de Jesús. Lc. 2, 1-7. 13-19




Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino.  Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta.
Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días
del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.
Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial,
que alababa a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.» Y sucedió que cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado.» Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño; y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón.

Actitudes de María: Aquí encontramos a María haciendo lo que correspondía según las situaciones de la vida común, enfrentando sus vicisitudes. Apreciamos como con humildad y fe acepta la voluntad de Dios y da a luz a su hijo, cuando la visitan los pastores escucha lo que ellos tienen que decir y nuevamente reflexiona y medita todo esto en su corazón. Meditar es pensar y analizar alguna cosa, una o mas veces, tratando de encontrar su verdadero significado. Actitudes: Escucha de la Palabra, Fe, Fortaleza, Servicio, Reflexión. 

Seguramente al realizar tú este viaje, descubriras estas y otras actitudes de María en los pasajes sugeridos, todas son válidas e importantes, especialmente si te llevan al amor y conocimiento de su amadísimo hijo Jesucristo.


Reflexiones, metodología y pasajes bíblicos: extraídos de la Charla: Huellas de María en el Evangelio, preparada por Hna. Ma. Encarnación Ruiz,  de la Congregación de la Presentación de la Virgen María de Granada. Mérida, Mayo-2013.

Pasajes Biblícos tomados de: LA SANTA BIBLIA, (VERSIÓN BIBLIA DE JERUSALÉN, 1976)                                                


Oración por las Madres






Oración por las madres



Padre Celestial:

Te damos gracias por nuestras madres, a las que Tu les has confiado el cuidado precioso de la vida humana desde su inicio.

Tú has dado a la mujer la capacidad de participar contigo en la creación de nueva vida. Haz que cada mujer puede llegar a comprender el pleno significado de esta bendición.

Mira a cada madre que está esperando un hijo, fortalece su fe en Tu paternal cuidado y amor para con ella y para su hijo en camino. Dale valentía en tiempos de miedo o dolor, comprensión en los momentos de incertidumbre y duda, y esperanza en tiempos de problemas. Concédeles alegría en el nacimiento de su hijo.

Bendice a las madres a quienes les has dado el gran privilegio y la responsabilidad de ser formadoras de un niño o una niña.

Haz que todas ellas puedan fomentar la fe de sus hijos, siguiendo el ejemplo de María, la Madre de Tu Hijo.

Ayuda a todas las "madres espirituales", quienes están al cuidado de los hijos de  otros y asumen su tarea con amor maternal, que puedan descubrir que engendrar vida es mucho más que dar a luz.

Te pedimos que envíes el Espíritu Santo Consolador a las madres que han perdido hijos, que están enfermos o separados de sus familias, que se encuentran en peligro o problemas de cualquier tipo. Muéstrales Tu misericordia y dales fortaleza y serenidad.

Colma de tu paz a las madres que ya no están con nosotros, que disfruten en Tu presencia del fruto de sus esfuerzos en la tierra.

María, Madre del Cielo, intercede por todas las madres, sé su guía y consuelo. Alcánzales de Dios la Gracia para esta vida y la alegría eterna en la Gloria.

domingo, 19 de mayo de 2013

Pentecostés


Origen de la fiesta

Los judíos celebraban una fiesta para dar gracias por las cosechas, 50 días después de la pascua. De ahí viene el nombre de Pentecostés.
Luego, el sentido de la celebración cambió por el dar gracias por la Ley entregada a Moisés.
En esta fiesta recordaban el día en que Moisés subió al Monte Sinaí y recibió las tablas de la Ley y le enseñó al pueblo de Israel lo que Dios
quería de ellos.

Celebraban así, la alianza del Antiguo Testamento que el pueblo estableció con Dios: ellos se comprometieron a vivir según sus mandamientos y Dios se comprometió a estar con ellos siempre.

La gente venía de muchos lugares al Templo de Jerusalén, a celebrar la fiesta de Pentecostés.
En el marco de esta fiesta judía es donde surge nuestra fiesta cristiana de Pentecostés.

La Promesa del Espíritu Santo

Durante la Última Cena, Jesús les promete a sus apóstoles: “Mi Padre os dará otro Abogado, que
estará con vosotros para siempre: el espíritu de Verdad” (San Juan 14, 16-17).
Más adelante les dice: “Les he dicho estas cosas mientras estoy con ustedes; pero el Abogado, El
Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ése les enseñará todo y traerá a la memoria
todo lo que yo les he dicho.” (San Juan 14, 25-26).
Al terminar la cena, les vuelve a hacer la misma promesa: “Les conviene que yo me vaya, pues
al irme vendrá el Abogado,... muchas cosas tengo todavía que decirles, pero no se las diré
ahora. Cuando venga Aquél, el Espíritu de Verdad, os guiará hasta la verdad completa,... y os
comunicará las cosas que están por venir” (San Juan 16, 7-14).
En el calendario del Año Litúrgico, después de la fiesta de la Ascensión, a los cincuenta días de
la Resurrección de Jesús, celebramos la fiesta de Pentecostés.

Explicación de la fiesta:

Después de la Ascensión de Jesús, se encontraban reunidos los apóstoles con la Madre de Jesús.
Era el día de la fiesta de Pentecostés. Tenían miedo de salir a predicar. Repentinamente, se escuchó un fuerte viento y pequeñas lenguas de fuego se posaron sobre cada uno de ellos.
Quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas desconocidas.
En esos días, había muchos extranjeros y visitantes en Jerusalén, que venían de todas partes del mundo a celebrar la fiesta de Pentecostés judía. Cada uno oía hablar a los apóstoles en su propio idioma y entendían a la perfección lo que ellos hablaban.
Todos ellos, desde ese día, ya no tuvieron miedo y salieron a predicar a todo el mundo las enseñanzas de Jesús. El Espíritu Santo les dio fuerzas para la gran misión que tenían que cumplir: Llevar la palabra de Jesús a todas las naciones, y bautizar a todos los hombres en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.Es este día cuando comenzó a existir la Iglesia como tal.


¿Quién es el Espírtu Santo?

El Espíritu Santo es Dios, es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. La Iglesia nos enseña
que el Espíritu Santo es el amor que existe entre el Padre y el Hijo. Este amor es tan grande y tan perfecto que forma una tercera persona. El Espíritu Santo llena nuestras almas en el
Bautismo y después, de manera perfecta, en la Confirmación. Con el amor divino de Dios dentro de nosotros, somos capaces de amar a Dios y al prójimo. El Espíritu Santo nos ayuda a cumplir nuestro compromiso de vida con Jesús.

Nombres del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo ha recibido varios nombres a lo largo del nuevo Testamento: el Espíritu de
verdad, el Abogado, el Paráclito, el Consolador, el Santificador.

Los siete dones del Espíritu Santo: 

Estos dones son regalos de Dios y sólo con nuestro esfuerzo no podemos hacer que crezcan o se
desarrollen. Necesitan de la acción directa del Espíritu Santo para poder actuar con ellos.
SABIDURÍA: Nos permite entender, experimentar y saborear las cosas divinas, para poder
juzgarlas rectamente.
ENTENDIMIENTO: Por él, nuestra inteligencia se hace apta para entender intuitivamente las
verdades reveladas y las naturales de acuerdo al fin sobrenatural que tienen. Nos ayuda a
entender el por qué de las cosas que nos manda Dios.
CIENCIA: Hace capaz a nuestra inteligencia de juzgar rectamente las cosas creadas de acuerdo
con su fin sobrenatural. Nos ayuda a pensar bien y a entender con fe las cosas del mundo.
CONSEJO: Permite que el alma intuya rectamente lo que debe de hacer en una circunstancia
determinada. Nos ayuda a ser buenos consejeros de los demás, guiándolos por el camino del
bien.
FORTALEZA: Fortalece al alma para practicar toda clase de virtudes heroicas con invencible
confianza en superar los mayores peligros o dificultades que puedan surgir. Nos ayuda a no caer
en las tentaciones que nos ponga el demonio.
PIEDAD: Es un regalo que le da Dios al alma para ayudarle a amar a Dios como Padre y a los
hombres como hermanos, ayudándolos y respetándolos.
TEMOR DE DIOS: Le da al alma la docilidad para apartarse del pecado por temor a disgustar a
Dios que es su supremo bien. Nos ayuda a respetar a Dios, a darle su lugar como la persona más
importante y buena del mundo, a nunca decir nada contra Él.

Oración al Espíritu Santo 

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor;
envía Señor tu Espíritu Creador y se renovará la faz de la tierra.
OH Dios, que quisiste ilustrar los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo,
concédenos que, guiados por este mismo Espíritu, obremos rectamente y gocemos de tu
consuelo.
Por Jesucristo, nuestro Señor

Artículo publicado originalmente por la Arquidiócesis de Mérida, para ver el artículo completo acude al siguiente link: http://www.arquidiocesisdemerida.org.ve/default.asp

viernes, 17 de mayo de 2013




El Centro de Estudios Arquidiocesano Juan Pablo II (C.E.A.R.) tiene el agrado de invitar a la comunidad en general a la charla:

Su Santidad Francisco: Reflexión sobre el hombre y el nombre

A ser dictada por el Presbitero Lic. Juan de Dios Peña

Día: Viernes, 17 de Mayo de 2013
Lugar: Centro Pastoral Mons. Miguel Antonio Salas
Hora: 3.00 pm a 6.00 pm
Inscripción: Secretaria del CEAR 
Valor: Bs.F. 30,00 (incluye refrigerio)

Para mayor información acudir a la página del CEAR: http://cearjp2.blogspot.com/

viernes, 10 de mayo de 2013

CEAR realizó misa de Acción de Gracias


Mérida, Miércoles 27 de febrero de 2013.

Con motivo de la culminación del 2do. Período académico del año 2012 (Período B-2012), se realizó la tradicional Misa de Acción de Gracias en la capilla de la Comunidad Casita De La Virgen, hermoso lugar rodeado de bellísimas montañas y donde se respira un ambiente de paz y comunión con la naturaleza, se encuentra ubicada en el Valle, Estado Mérida. 

Para ver reseña completa sigue este enlace: 

domingo, 5 de mayo de 2013

Escudo y lema del Papa Francisco

Desde Inocencio III, cada papa de la Iglesia católica ha tenido su propio escudo, que le ha servido como insignia de su papado. Desde la Edad Media se han utilizado los escudos, en el caso del escudo papal se han compuesto por lo general con simbolismos que indican su ideal de vida, que hacen referencia a hechos o experiencias pasadas, o que aluden a elementos vinculados a su programa de pontificado.  Además de identificar la figura del Papa reinante,  aparecen en obras de arquitectura, en publicaciones, en decretos y en documentos de diversos tipos. 

Recientemente también nuestro Papa Francisco escogió su escudo y lo presentó al mundo. Como otros papas ha mantenido muchos rasgos de su emblema anterior.

A continuación algunos datos del significado de cada elemento escogido por el Papa Francisco para la composición de su escudo, tal y como lo reseña ACI PRENSA:  “El escudo azul aparece coronado por los símbolos de la dignidad pontificia iguales a aquellos elegidos por su predecesor Benedicto XVI: la mitra colocada al centro y en alto con las llaves entrecruzadas, una representada con el color del oro y la otra con el de la plata, unidas (en la parte baja de la imagen) por un lazo rojo. En alto, aparece el emblema de la Compañía de Jesús (jesuitas) a la que pertenece: un sol radiante al centro y letras rojas, la inscripción IHS, el monograma de Cristo. Sobre la letra H se apoya la cruz, en punta, con los tres clavos en negro colocados a la base. En la parte inferior se ve la estrella y la flor de nardo. La estrella, siguiendo la antigua tradición heráldica, simboliza a la Santísima Virgen María, Madre de Cristo y de la Iglesia; mientras la flor de nardo evoca la figura de San José, el patrono de la Iglesia universal cuya fiesta se celebra este 19 de marzo, día de la inauguración del pontificado ... Al colocar en su escudo estas imágenes, el Papa ha querido expresar su propia y particular devoción hacia la Virgen Santísima y San José.” 

Como novedad se aprecia que es la primera vez que se incluye el lema como parte integrante del escudo. El lema del Papa Francisco es: "Miserando atque eligendo", que puede traducirse como "Lo miró con misericordia y lo eligió" o "Amándolo lo eligió"; el cual hace referencia al pasaje del Nuevo Testamento: «Vio Jesús a un publicano, y como le miró con sentimiento de amor y le eligió, le dijo: Sígueme)». 







Como dato interesante y material de estudio incluyo esta foto con los escudos papales escogidos desde el año 1846 (Pio IX), hasta 2013 (Francisco).



En el sitio web del Vaticano: http://www.vatican.va/ encontrarás más información sobre el escudo del Papa Francisco. También puedes acudir a: http://www.aciprensa.com/noticias para ver su artículo completo.